29 jun 2012

El Aprendiz de brujo! ... Parte 4.

... Parte 3


La siguiente es una situación muy significativa puesto que se sobrepone a uno de mis mayores temores ... seguramente para algunos puede resultar "ridiculo", pero creo que es compartido por bastante gente, se trata de un profundo temor que surge muy temprano en mi infancia y, que desde esa época me ha acompañado: temor a las "atenciones médicas", y esto resulta particularmente espantoso cuando esa figura de delantal blanco, sostiene en su mano una jeringa. Es tal el temor , que en ocasiones me descompenso hasta estar a punto de perder el conocimiento.
Debido a esto, estuve postergando por mucho tiempo el tema de una "visita" para hacerme un chequeo al estomago. Pero en esta ocasión, las molestias han crecido y de pronto me sentí con coraje suficiente para formalizar el proceso así que me fui a la consulta de un médico y todo bien hasta ese momento pero, me solicitó una serie de exámenes, varios de ellos ameritaban extracción de sangeeeee!!!; otro implica que te inspeccionen por una cavidad que no es la boca ... ufff!!. Esto estaba realmente complicado. Dejé pasar una semana antes de solicitar hora y para cuando llego el momento ( decidí hacer el mismo día dos exámenes, puesto que para ambos había que estar en ayunas ); tendría que ir solo hasta la clínica ya que en ese horario nadie podía acompañarme ... pero, es aquí lo sorprendente: "...desde que me baje del auto y caminé hacia la clínica me sentía extraño ... no tenía la pesadez ni las tripas apretadas y mis pensamientos no estaban atrapados en la temática aquella ... me sentía liviano ... así que pude hacer primero el examen de sangre ( fueron 2 botellitas ) y luego, ese otro que te violan .... pero lo genial de todo, es que me sentía muy tranquilo y cuando me daba cuenta de eso ... de inmediato trataba de cambiar la temática para no atraparme. 
Bueno, ese examen es bastante ridículo porque tienes que reemplazar tu ropa por una bata abierta atrás ... jajaja ... uno se siente bastante vulnerable y para colmo, me atienden 2 enfermeras jovencitas quienes "te preparan" : en una camilla ... te ponen una endovenosa y te ubican para dejar tus partes nobles expuestas, a esa altura lo único que deseaba era estar lo suficientemente relajado para que hiciera efecto el anestésico y quedarme dormido, afortunadamente fue así y desperté un buen rato después de terminado el "procedimiento", así que me vestí con calma y lentamente me fue inundando una gran alegría, me sentí emocionado y feliz, había sido capaz de superar uno de los temores mas grandes, era para estar sumamente orgulloso.
La moraleja que saco de esto es : "No importa mayormente lo que hagas, si prestas atención a lo que tienes en tu cabeza al momento de realizarlo. Esto (tus pensamientos), determinará el grado de sufrimiento o felicidad que esta actividad te provoque"